Universidad Católica Boliviana "San Pablo"
28 Los atacantes se distribuyeron por todas las entradas del pueblo a fin de controlarlas y al grito de “viva el rey nuestro señor Fernando Séptimo, viva la religión cristiana” convergieron hacia el centro. Los indios trinitarios, varones, mujeres y niños, corrieron a refugiarse a la iglesia, símbolo sagrado y muy respetado por ellos (Pedro Ignacio, Gregorio Gonzáles y sus principales colaboradores habían abandonado Trinidad, anticipándose a la invasión). Entonces se desató la cruel matanza. Según informe del propio secretario Lucas Gonzáles, SE PUSO LA TROPA EN LA PLAZA DESAFORADAMENTE SIN QUE NADIE LA PUDIESE CONTENER Y A CUANTOS ENCONTRABAN LOS MATABAN A PALOS, no obstante de que aquellos huían desarmados a la iglesia, y como las puertas de ellas ya había ocupado el mujerío, no consiguieron entrar al templo: allí y a cuatro pasos más de las puertas de la iglesia hacia el interior, HUBO EFUSION DE SANGRE Y MUERTES EJECUTADAS POR LOS ITONAMAS Y MOVIMAS QUE NO POR LOS CANICHANAS Y CAYUBABAS. Los que huían a ganar el templo se ponían para entrar en él encima de las mujeres y varias de ellas recibieron los palazos que les daban a los huidos. A LOS QUE CAIAN EN EL ATRIO Y FUERA DE EL A FUERZA DE GARROTAZOS, LES QUITABAN LAS CAMIJETAS Y LES AZOTABAN DEJANDOLOS EN CUEROS VIVOS, MUERTOS O MORIBUNDOS, ASIMISMO LES DABAN CON EL LATIGO A LAS MUJERES SIN APIADARSE DE SUS CRITAURAS QUE TRAIAN EN BRAZOS (ROCA 1992: 49). En el mismo informe se registran 115 víctimas de la violencia empleada, al tomar el pueblo. Los prisioneros fueron enviados a San Pedro bajo el cuidado de dos capitanes canichanas, no sin antes haberlos castigados y haber quemado públicamente las armas encontradas junto a ellos en el tumbadillo de la iglesia. No se estableció, históricamente, como murió Pedro Ignacio Muiba, ni tampoco la fecha exacta del hecho. El Dr. Roca habla de tres versiones: Uno de esos informes únicamente expresa que un día de esos, Muiba apareció en Trinidad y allí fue apaleado por sus propios paisanos hasta dejarlo muerto y privarlo de sepultura. La otra versión sostiene que fue llevado sin vida a San Pedro donde fue colgado, según palabras de Urquijo: - por los verdaderos cristianos y leales Canicianas, mis hijos-. Añade: - que murió como un bárbaro sin confesión ni recibir Santo Sacramento alguno, era ya tiempo que le sucediese
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