Universidad Católica Boliviana "San Pablo"

40 El gobierno debe respetar los sistemas de organización tradicional que nuestros pueblos indígenas se han dado a través del tiempo […] así como instruir a la educación fiscal apruebe la enseñanza bilingüe […] y que se inserte en los programas de estudios el conjunto de valores y tradiciones culturales e históricas de los pueblos indígenas del Beni, como la única forma de afirmar el sentimiento y la conciencia nacional. Finalmente, se señalaba la necesidad de que sus derechos estén consagrados en una Ley Boliviana de Pueblos y Comunidades Nativas en cuya elaboración deben participar activamente las representaciones indígenas del Oriente y la Amazonía (documento del Archivo Documental de CIDDEBENI, 13/11/1989; citado en LEHM 1999:67). De esta manera, se establecieron demandas unificadas de los pueblos indígenas del Beni y acciones conjuntas que se consolidaron en la marcha denominada “Marcha por el Territorio y la Dignidad” (1990). El sentimiento indígena estaba expresado en el siguiente testimonio: “(estamos) cansados de promesas y estudios […], el 2 de agosto es el plazo definitivo, nos declararemos en contra de ganaderos, madereros y otros blancos que nos oprimen y afectan nuestro territorio. Nosotros también somos ciudadanos bolivianos, servimos a la Patria y de ella sólo hemos recibido promesas” (CIDDEBENI, 13/10/1990; citado en LEHM 1999:67). Así, los pueblos indígenas del Beni decidieron iniciar la marcha el 15 de agosto de 1990. Ya el 16 de agosto se anunciaba, en casi todos los medios del país, que de Trinidad habían salido 300 indígenas en marcha rumbo a La Paz. El 19 de agosto se informaba que en San Ignacio (ruta obligada), se plegaron otros 300 indígenas. Al llegar a La Paz, el 17 de septiembre, luego de 34 días de marcha, se sumaron más de 800 indígenas. En el Oriente y en la Amazonia, a diferencia de los pueblos andinos, se negaban los derechos de los pueblos mediante el desconocimiento de los mismos, es decir, no existían para el Gobierno o a nivel nacional. La revolución del año 1952 consideró a la Amazonia como espacio vacío, borrando de la “visión nacional” la existencia de los pueblos indígenas de Mojos.