Universidad Católica Boliviana "San Pablo"
41 Así se expresaba uno de los dirigentes en el proceso de la Marcha: “ El (gobierno) tiene que hacer notar en el pueblo boliviano que nosotros existimos, que somos humanos y que debemos compartir la igualdad” (entrevista a Rubén Yuco, 17/09/90; en LEHM 1999:126). Entre las demandas de la Marcha, se reafirmaba la idea de autonomía y el respeto a la diferencia. Don Antonio Coseruna, líder de la Marcha, también decía: Por eso marchamos a la sede de gobierno para que vean que nosotros vivimos aquí y tenemos nuestro propio sistema de organización y capacidad para distinguir y definir nuestros asuntos sin contravenir intereses ajenos, como se hace con nosotros (entrevista a Antonio Coseruna, en Presencia 26/08/1990; citado por LEHM 1999:127). La consigna de “Dignidad” se basaba en el reclamo de los derechos ciudadanos, la igualdad de la condición humana y el respeto a la diferencia cultural. Estos elementos que formaban la base de la consigna por la dignidad incentivaron la movilización de comunidades que, incluso, ya habían alcanzado algunas de sus demandas, como la comunidad del Isiboro Sécure que consolidó su territorio indígena. Los resultados inmediatos de la Marcha fueron reconocidos como conquistas sociales. Una vez que los indígenas se instalaron en La Paz, con más de mil marchistas que llegaron hasta la ciudad misma y después de muchas horas de reuniones y de varios intentos de consenso, se llegó a la solución de las demandas. Como resultado de la marcha consiguieron la emisión de tres Decretos Supremos, mediante los cuales se reconocían cuatro territorios indígenas: dos en el Bosque de Chimanes, uno en el Isiboro –Sécure y otro en El Ibiato. Los Decretos Supremos son (Cf. Archivo Documental de CIDDEBENI, 1990). 1) Decreto Supremo No. 22609 en beneficio de los sirionó que viven en El Ibiato. 2) Decreto Supremo No. 22610 que benefició a los mojeños yuracares y chimanes que habitan en el Parque Nacional Isiboro-Sécure.
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