Universidad Católica Boliviana "San Pablo"

43 CAPÍTULO 3 ANÁLISIS DE LA INVESTIGACIÓN Las fuentes bibliográficas consultadas, en relación al periodo jesuítico, coinciden en señalar como una época dorada. Lo cierto es que fue un trabajo bastante duro para ambas partes, es decir, los evangelizadores (los padres) y los originarios amazónicos de Mojos. El éxito logrado por ambas partes se torna en un importante componente durante el alzamiento analizado en este trabajo. Primeramente, los indígenas teniendo una forma de vida menos difícil, en cuanto a bienes materiales, alimentos, herramientas, pero sobre todo respecto a las capacidades desarrolladas de acuerdo con los talentos, llegaron a ocupar cargos jerárquicos dentro de su organización. Los indígenas han sido valorados y compensados en el desarrollo de los bienes y la economía de las reducciones; ellos recibieron con mucha confusión y desilusión el nuevo orden de gobierno estatal, al producirse el alejamiento de los padres jesuitas. Entonces, los indígenas entraron en un periodo de relajamiento, baja de autoestima y confusión por la ambigüedad administrativa que se generó luego de la expulsión jesuita. Al respecto coincidimos con Roca cuando dice que la rebelión de los indios trinitarios y los enfrentamientos con otras parcialidades mojeñas a que ella dio lugar fue motivada por el anhelo indígena de volver al autogobierno que gozaron durante la época jesuítica (Cf. ROCA 1991: 62). Durante el periodo de los gobernadores, luego del retiro de los evangelizadores de la Compañía de Jesús, el Gobernador Lázaro de Ribera gobernó con más criterio a los indígenas revalorizando sus conocimientos y forma de vida durante el periodo misional. Muiba, habiendo sido intérprete y colaborador de don Lázaro, se formó en política administrativa, pero sobre todo comprendió los intereses y el plan carayana de explotar

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