Universidad Católica Boliviana "San Pablo"

46 SEÑOR GOBERNADOR, A NADIES, NI AL PADRE, solo usted,[…]”(ROCA 1992:23). El fracaso del alzamiento está marcado por el desentendimiento entre caciques y por el antagonismo propiciado por el Gobernador. La época de los gobernadores encendió los ánimos en los indígenas. La religión, como un fuerte componente, permitió a los indígenas adecuarse y por medio de ella intentaron también escapar de la esclavitud de los enganches y de los remos. Más adelante, mediante el imaginario, proyectaron un lugar escogido por Dios donde podían estar a salvo del blanco. La dramática situación que se vivió en Mojos, con el requerimiento de brazos para la explotación de la goma, fue el inicio del movimiento milenarista de la búsqueda de la “Loma Santa”. El historiador Roca dice al respecto: “[…] en ese proceso, la crueldad no tuvo límites, sin duda, la explotación al ser humano fue mucho más severa que en cualquiera de los siglos coloniales. Ahí es donde aparecen los nuevos Marazas y Muibas encarnados en Andrés Guayocho y Santos Noco” (ROCA 1992: 64). Surgió entonces el éxodo masivo de los mojeños hacia nuevas tierras, guiados por Andrés Guayocho. Este movimiento ha sido analizado ampliamente en Lehm 1999, quien relaciona el hecho con la Marcha Indígena, que como resultados se consiguieron intereses e ideales comunes: la libertad, la dignidad, aunque en distintas épocas y con distintas demandas, unas idealistas y las otras más concretas. Julio Ribera, Director de la Pastoral Indígena, opinaba de la siguiente manera: La “Guayochería”, que fue en 1887, tiene las mismas características del alzamiento de 1810, […] salir de esa situación y había una actitud defensiva de escape, ya que en estos años eran o se daban las grandes cacerías de indígenas para llevar a la goma, y pueblos tan conservadores religiosamente con sus cabildos bien estabilizados ven que sale su gente y no les va bien, entonces hay un enganche de hechos históricos (entrevista a Julio Ribera, 08/10/2007).