Universidad Católica Boliviana "San Pablo"
34 depresión; a mayor nivel de ansiedad, mayor probabilidad de depresión y a menor autoestima, mayor el nivel de ansiedad. Los niveles de depresión y de autoestima no resultaron significativos en ninguno de los lugares, aunque es común suponer que en ellos predominan la depresión y la baja autoestima (Cf. CANTO; CASTRO, 2004). Visitación Álcala, Manuel Camacho y José Giner, realizaron una investigación en España, el año 2007, titulada: “Afectos y depresión en la tercera edad”. El estudio pretendía analizar si existen diferencias entre la afectividad y la depresión de la tercera edad respecto a la depresión de la edad adulta. Para esto se aplicó la Escala PANAS-X a 120 sujetos (30 pacientes depresivos mayores de 65 años, 30 pacientes depresivos entre 25-50 años y dos grupos controles de 30 sujetos cada uno). Los datos permiten establecer dos diferencias fundamentales de la depresión en la tercera edad frente a la depresión en el adulto, una menor intensidad de la afectividad negativa y una menor intensidad en los afectos de miedo, hostilidad y culpa. También se concluye que la tristeza no es un elemento diferenciador entre ambas poblaciones depresivas (Cf. ÁLCALA et al., 2007). Jesús Rivera Navarro, Julián Benito-León y Karla Pazzi realizaron un estudio en México, el año 2014; dicho estudio pretendía estimar la prevalencia de síntomas depresivos en el adulto mayor y analizar la asociación entre síntomas depresivos y los diferentes factores favorecedores de la depresión Se estudió a 1126 personas mayores de ciudad Victoria (455 hombres y 671 mujeres). La depresión fue medida mediante la escala Geriatric Depression Scale. Los resultados indican que la prevalencia de síntomas depresivos se sitúa en un 29 % y los factores favorecedores de la depresión fueron la dependencia en actividades de la vida diaria, el deterioro cognitivo, la falta de apoyo social, la edad, el sexo, la soledad, la pobreza, los eventos estresantes y la percepción subjetiva de salud (Cf. NAVARRO et al., 2014). L. Mallon y J. Hetta realizaron un estudio, el año 2015. El objetivo de este estudio fue el de determinar qué relación existía entre una pregunta sobre el humor depresivo, incluida en un cuestionario, y el diagnostico de depresión establecido según los criterios DSM-
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