Universidad Católica Boliviana "San Pablo"
42 2.1.1.2. Funcionamiento sensorial y psicomotor Los deterioros a nivel sensorial son más severos en edades más avanzadas. Muchas veces estos problemas pueden ser impedimentos para realizar ciertas actividades o afectar en el desarrollo social de las personas, pero gracias al avance de la tecnología estas limitaciones cada vez son menores y brindan a los adultos mayores soluciones alternativas para mejorar sus condiciones de vida (Cf. PAPALIA, 2004: 686). Según Mishara y Riedel (2000:48) “Las funciones sensoriales no se limitan a los cinco sentidos, tradicionalmente reconocidos…comprenden también la posición cenestésica del cuerpo, el equilibrio, el movimiento y las sensaciones internas”. Al respecto Asili (2004:39) dice que los cambios que ocurren en los órganos de los sentidos se encuentran en estrecha relación con el sistema nervioso. Uno de los sentidos más afectados es la visión, esto se debe a la perdida de elasticidad en las córneas, lo cual produce dificultad para enfocar los estímulos y se pierde capacidad para focalizar objetos, haciéndose necesario el uso de lentes. La pupila con los años reduce de tamaño, por lo que se percibe menor cantidad de luz, por esta razón las personas de edad avanzada necesitan mayor iluminación para percibir objetos, también es más difícil distinguir claramente los colores. El cristalino es otra parte del ojo que se ve afectada con la edad, se reduce su transparencia y así en algunas personas se producen cataratas, lo cual hoy en día no es un problema, ya que tiene una solución bastante fácil y accesible (Cf. CORNACHIONE, 2008:92). Según Papalia (2004:687) “cerca del 43 % de los adultos mayores tienen pérdidas de audición, causadas a menudo por la presbiacusia, una reducción en la capacidad para escuchar sonidos de tono alto que ser relaciona con la edad”. Otras causas de la pérdida de audición son la exposición a ruidos fuertes y las infecciones en el oído. La audición es esencial para la comunicación y las relaciones interpersonales, una persona con dificultades auditivas puede aislarse y esto puede aumentar el riesgo de sufrir otros problemas psicológicos como la depresión, agresividad o paranoia. Los
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