Universidad Católica Boliviana "San Pablo"

50 mortalidad y depresión. Presentan mayor salud a nivel funcional, menor riesgo de caídas y funciones cognitivas mejor conservadas. “El ejercicio es una de las mejores manera de prevenir los problemas de salud y mantener al cuerpo en buenas condiciones” (RICE, 1999). Sin ejercicio el cuerpo se consume, los músculos se debilitan, los huesos se hacen más porosos, las arterias se obstruyen y el corazón se ve presionado. El ejercicio aeróbico es el más recomendado para mejorar la salud cardiovascular, la respiración y esto hará que mejore el metabolismo y la circulación, se tonifiquen los músculos y también ayudará en el área afectiva reduciendo los niveles de estrés, ansiedad y depresión (Cf. PAPALIA, 2004). Muchas enfermedades tienen como causa estilos de vida no saludables, y es por esto de vital importancia prestar atención a estos aspectos. Un programa de ejercicio moderado y la eliminación de hábitos nocivos como fumar pueden producir una mejora en la salud de las personas mayores. Las capacidades físicas y mentales se deben ejercitar de manera constante. El entrenamiento físico es efectivo para mejorar el equilibrio, los movimientos y la fuerza en personas mayores (Cf. WARNER; WILLIS, 2003). 2.1.1.6. Nutrición Otro factor importante para el mantenimiento de una buena salud es tener una nutrición adecuada. Muchas personas ancianas no se alimentan adecuadamente y en esto también interviene los cambios físicos ya mencionados, como por ejemplo disminución de los sentidos del gusto y del olfato y los problemas dentales (Cf. PAPALIA, 2004). La nutrición en esta edad es muy compleja, ya que debe ser adecuada y adaptada a las limitaciones individuales de cada adulto mayor. Debido a las dificultades ya mencionadas, muchas personas en esta etapa sufren de desnutrición es por esto que es importante que se lleve a cabo una dieta controlada que beneficie la salud de esta población (Cf. CORNACHIONE, 2008).

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