Universidad Católica Boliviana "San Pablo"

61 ánimo es dominante y persistente. Para recibir el diagnostico de depresión mayor la persona debe presentar diariamente, por un mínimo de dos semanas, un estado de ánimo depresivo y al menos la mitad de los siguientes síntomas: Mal apetito o pérdida de peso significativa, insomnio o hipersomnio, agitación o retardo psicomotor, perdida de interés o gusto por las actividades usuales o disminución de la pulsión sexual, falta de energía o fatiga, sentimiento de minusvalía, de autor reproches o culpa excesiva, disminución en la capacidad para pensar o concentrarse, indecisión, pensamientos recurrentes de muerte o suicidio, o intento de suicidio (RICE, 1999:584). La depresión se caracteriza por tristeza, falta de interés por la vida, inactividad, pesimismo y esto puede reflejarse en una baja autoestima, dificultad para tomar decisiones y pesadillas; también muchas veces la depresión se enmascara con síntomas físicos que no parecen tener una casusa concreta (Cf. WARNER; WILLIS, 2003). Los síntomas depresivos pueden ser causados por efectos de los medicamentos, por una enfermedad física. En la vejez también suele deberse a los duelos por los que el anciano atraviesa como ser la muerte de la pareja, padres o amigos. Estos factores se asocian a otros como el hecho de que la muerte está más cerca y esto conlleva a sufrir ansiedad y depresión (Cf. ESTALOVSKI, 2004). En esta etapa de la vida la depresión es diferente, generalmente se asocia a las múltiples perdidas orgánicas y cognitivas, a la soledad, a la adaptación, a la autoevaluación, entre otras. Las mujeres manifiestan una prevalencia mayor al igual que las personas institucionalizadas (Cf. GARCIA, 2005:253). Las investigaciones ofrecen evidencia de que la prevalencia de la depresión es mayor en la vejez “Se ha sugerido al respecto que durante la vejez pueden aparecer altos niveles de síntomas depresivos sin que necesariamente alcancen el criterio para el diagnóstico de depresión mayor” (GARCÍA 2005:253). Según Almarza y Galdeano (1989) las formas más frecuentes de depresión en los adultos mayores son las depresiones por desarraigo que se dan cuando existen alteraciones o

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