Universidad Católica Boliviana "San Pablo"

65 2.2.3.3. Alzheimer La enfermedad de Alzheimer es una de las enfermedades terminales más comunes en los adultos mayores. Según la OMS (2016) “Es el tipo más común de demencia y representa entre un 60 y 70 % de los casos”. Esta enfermedad es hereditaria y progresiva, la persona poco a poco va perdiendo su inteligencia, conciencia, control corporal y llega hasta la muerte. El diagnostico puede realizarse mediante pruebas físicas, neurológicas y de memoria, también son necesarias las entrevistas con los pacientes y familiares (Cf. PAPALIA, 2004). En esta patología la persona puede presentar irritabilidad, depresión, ansiedad, alucinaciones y delirios, también existen deterioros en la memoria a largo plazo, la orientación y habla; todo esto afecta de manera significativa la realización de actividades cotidianas. Las habilidades se pierden y el paciente queda como un bebé, no entiende o usa el lenguaje, no reconoce a sus familiares, no puede comer ni caminar solo y no tiene control de esfínteres (Cf. PAPALIA, 2004). 2.2.4. Escalas de evaluación Las escalas son instrumentos estandarizados y de fácil aplicación. Tratan de examinar varias funciones cognitivas como la memoria, orientación, aprendizaje, lenguaje y razonamiento. Ofrecen una puntuación cuantitativa general para poder llegar a un diagnóstico más claro. Estas escalas son muy numerosas y tienen ciertas semejanzas, incluso comparten ciertos ítems (Cf. BERMEJO, 1993). Con estas escalas se pretende de cierta manera cuantificar las alteraciones en las funciones cognitivas del paciente. Es importante conocer a fondo cada test o prueba a utilizar. Entre las escalas más utilizadas se puede mencionar: El test de screening, sirve para realizar una valoración inicial y tener una idea de cuáles pueden ser los déficits; el MMSE, es tambien un test bastante básico y tiene dos variantes: el Test de Folstein y el Test de Lobo. Otros tests que pueden utilizarse son: Test de los 7 minutos, Test de

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