Universidad Católica Boliviana "San Pablo"

24 En este sentido, es importante precisar que el diseño de la vivienda de bajo impacto ambiental se debe enfocar en las dos áreas de mayor contaminación: en primer lugar, la producción de los materiales y su uso en la construcción, donde la gran cantidad de energía necesaria para su transformación y la extracción indiscriminada de materia prima genera un alto impacto ambiental. Así como el consumo de energía a lo largo del ciclo de vida de la vivienda, en especial en la etapa de uso (consumo de energía eléctrica y agua potable). En este primer punto se desarrolla el alto coste medioambiental de los materiales edilicios, estableciendo que el sector de la construcción es uno de los sectores con mayor demanda de materiales y materias primas, cuya transformación involucra un alto impacto ambiental. Al respecto, Mario Borsani y María Silva (2011), indican que la edificación e infraestructuras “consumen entre el 45% y el 60% de los materiales extraídos de la litósfera y su utilización, junto a la actividad constructiva, está en el origen de la mitad de las emisiones de CO2 vertidas a la atmósfera” (p.2). La demanda de insumos y materiales para la construcción crece día a día, ya que éstos forman parte de un sector en constante movimiento y con un crecimiento acelerado. No obstante, el sector de la construcción es poco consciente de los daños que ocasionan su actividad y su impacto en el medio ambiente. Ante esto, los referidos autores identifican los impactos ambientales de la construcción, enfocados a la fabricación de materiales a nivel global. El resumen de dichos impactos se muestra de forma gráfica a continuación. Gráfico 02: Impacto ambiental de los materiales constructivos Fuente: Elaborado en base a datos de Borsani y Silva, 2011

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