Universidad Católica Boliviana "San Pablo"

27 Gráfico 03: Porcentaje de la energía total consumida en la ACV simplificado de una vivienda Fuente: Muñoz, 2012 Del análisis de los datos presentados en la tabla 02, es posible establecer que la fase de contaminación más significativa en una vivienda unifamiliar es la fase de uso, considerando la cantidad de CO 2 generada por el consumo de energía eléctrica necesaria para acondicionar los ambientes interiores y la iluminación de los mismos. En tal sentido, se considera importante disminuir la necesidad de consumo de energía eléctrica de una vivienda unifamiliar a partir de recursos arquitectónicos que eleven el confort térmico. Al mejorar la calidad de ventilación natural, generar una mayor iluminación indirecta y componer una protección solar adecuada, es posible aumentar el confort térmico dentro de los ambientes de la vivienda, disminuyendo así la cantidad de energía necesaria para el acondicionamiento de los ambientes internos. Al respecto, Paola Jara (2014), define al confort térmico como: Una de las áreas de estudio de las ciencias del diseño, cuyo fin es comprender el comportamiento térmico del ser humano, con el objetivo de establecer rangos de confort óptimos, aceptables o placenteros para este. […] El valor establecido para este rango, puede tener un efecto significativo en términos energéticos, económicos y de diseño. (p.109) Entonces, se establece que la comprensión del confort térmico dentro de una vivienda no solo reduce potencialmente la necesidad de sistemas de acondicionamiento contaminantes, sino que un alto confort térmico genera ambientes confortables y saludables para el ser humano, siendo esta una herramienta indispensable que debe ser considerada por arquitectos y proyectistas desde la fase de diseño.

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