Universidad Católica Boliviana "San Pablo"

UNIVERSIDAD CATÓLICA BOLIVIANA “SAN PABLO” MARCO TEÓRICO YAMILEY FLORES CÁCERES 41 Cuando se usan varillas de refuerzo, es importante que el acero y el hormigón se deformen juntos, esto es, que exista adherencia suficientemente resistente entre los dos materiales de tal forma que ocurra un movimiento relativo muy pequeño o nulo. Esta adherencia proviene de la relativamente grande adhesión química que se desarrolló en la superficie de contacto entre el acero y el hormigón, también de la rugosidad natural de las costras del laminado en los refuerzos laminados en caliente, y de las corrugaciones poco espaciadas en la superficie de la varilla, provistas con la finalidad de obtener un alto grado de anclaje entre los dos materiales. Se han desarrollado los requerimientos mínimos para estas corrugaciones mediante investigación experimental y se describen en las especificaciones ASTM. Los diversos fabricantes usan diferentes patrones para satisfacer estos requerimientos. Las varillas se pueden conseguir en diferentes resistencias. Los grados 40, 50 y 60 tienen resistencias mínimas especificadas para la fluencia de 40,000, 50,000 y 60,000 lb/pulg 2 , respectivamente (276, 345 y 414 N/mm 2 ). La tendencia actual es hacia el uso de las varillas del grado 60. Bajo pedido especial se pueden conseguir varillas de gran diámetro con puntos de fluencia de 75,000 y 90,000 lb/pulg 2 (517 y 621 N/mm 2 ), aunque estas últimas encuentran muy poca aplicación en miembros de hormigón preesforzado. Además de las simples varillas de refuerzo, a menudo se emplean las mallas de alambre soldadas para el refuerzo de losas, patines de vigas, y otras superficies tales como cascarones. La malla consiste en alambres de acero estirados en frío, longitudinales y transversales, formando ángulos rectos y soldadas en todos sus puntos de intersección. Las mallas pueden conseguirse con espaciamientos entre alambres desde 2 hasta 12 pulg. y con diámetros de alambre desde 0.080 hasta 0.628 pulg., aunque no todas las combinaciones son de fácil obtención. El tamaño y el espaciamiento de los alambres puede ser el mismo o diferente para cada dirección, tal como se necesite. El alambre de acero y la malla de alambre deben cumplir con los requerimientos de las Especificaciones ASTM A-82, “Alambres de Acero Estirado en Frío Para Refuerzo de Hormigón”, y A-185, “Malla de Alambre de Acero Soldada Para Refuerzo de Hormigón”.

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